miércoles, 24 de diciembre de 2014

Buena Esa, LIberando Tortuguitas De Rapidez Al Mar En la Guajira

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En La Guajira solo una de mil tortugas marinas que nacían llegaba a la edad adulta, por lo que este animal estaba desapareciendo de las playas de este departamento, poniendo en peligro todo el ecosistema natural de esta región.
Hubo necesidad de adoptar acciones urgentes y sobre todo permanentes, que pudieran enfrentar el factor cultural arraigado de cazarla, comérsela y comercializarla, ya que es considerado un plato exquisito en esta región.
Esa costumbre desapareció en el corregimiento de Palomino, que pertenece al municipio de Dibulla. Allí sus pobladores y dueños de restaurantes ya no consumen ni venden la tortuga, según afirmó Miguel Emilio Rosado Murgas, de la ONG Campesina Ambiental  y quien vive en este poblado turístico.
Él estuvo en la organización de la liberación de 400 tortugas que estaban entre los 3 y 4 meses de edad y que hacían parte del programa que lleva a cabo Corpoguajira con la ONG en este lugar para evitar que se extinga.


“En Dibulla hay 18 kilómetros de playas donde se puede encontrar la tortuga y nuestra labor consiste en monitorearlas, recoger los huevos, sembrarlos en forma artesanal y liberarlas cuando ya estén grandecitas para que vuelvan a reproducirse”, explicó mientras se mantenía atento al bote que llevaba las tortugas hacia alta mar para su liberación.
Son unas 18 personas las encargadas de esta labor y aunque trabajan hace unos 25 años, se organizaron solo en el año 2000 para concientizar a todo el pueblo y a los turistas que los visitan cada temporada.
“Aquí el programa es un éxito porque la tortuga ahora es respetada y cuidada por todos”, aseguró.
A pesar de todo lo que se hace para evitar el consumo de la tortuga, en las calles de Riohacha y muy temprano en la mañana se escuchan los vendedores ofreciéndola para el desayuno. Uno de ellos, quien no quiso decir su nombre, dijo que “mientras haya quien la compre, yo la vendo porque no tengo otra manera de subsistir”.

Se han liberado unas 3 mil tortugas

Corpoguajira espera que de las 400 tortugas que se liberaron en Palomino, un 90% llegue a la edad adulta y puedan disminuir las tasas de mortalidad en La Guajira.
El director de la entidad Luis Medina Toro afirmó que desde que comenzó el programa hace unos siete años, se han liberado unas 3 mil tortugas, la que es considerada una cifra significativa y un gran avance en la lucha contra la extinción de este animal.


El programa también se lleva a cabo en los corregimientos de Camarones en Riohacha, Mayapo en Manaure y Bahía Hondita en la Alta Guajira, donde también apoyan Conservación Internacional, Guardacostas y Cerrejón.
“Este ha sido reconocido a nivel internacional como uno de los más importantes programas para la conservación de una especie en extinción”, afirma el funcionario.
En cada una de estas poblaciones los habitantes firman un acuerdo voluntario para dejar de cazarlas, de consumirlas y por el contrario cuidarlas.
Según el médico veterinario de Corpoguajira Gerardo González, en La Guajira se pueden encontrar cuatro de las siete especies que hay en Colombia. Esta son Verde (Chelonya midas), Gogo (Caretta caretta), Tortuga Carey (Eretmochelys imbricata) y Tortuga Canal (Dermochelys coreacea).
“Las que liberamos son las popularmente llamadas Cabezona, es decir la Caretta caretta, que tiene unas pequeñas puntas en los escudos dorsales que van desapareciendo a medida que crecen”, explicó.

La leyenda wayuu de la tortuga
Según la tradición oral de la etnia wayuu una pequeña niña que iba en una canoa, junto a sus padres, jugaba con unas totumas, una de las cuales se le cayó y al querer agarrarla, ella también terminó cayéndose en el mar y convirtiéndose en una tortuga. Por eso la tortuga  es para los indígenas wayuu un símbolo de fecundidad y hermosura.
“La relación de la tortuga y los wayuu es una relación erótica”, afirma el antropólogo Weilder Guerra Curvelo, quien también explica que por eso la tortuga tiene el vientre plano como una señorita a la que todavía no se le han desarrollado sus senos y en el cuello se le ven las decoraciones de la totuma que se le cayó a la niña en el mar.

Los artistas de Maremágnum se convirtieron en padrinos de las tortugas
La liberación de las tortugas en Palomino hace parte de la celebración de los 31 años de Corpoguajira y en
el marco de esta también se presentó la obra teatral Maremágnum, dirigida por la actriz Martha Liliana Ruiz.
Ella y todo el elenco se convirtieron en padrinos  de las tortugas, comprometiéndose también a no consumirlas y a cuidarlas si se las encuentran.
“Esta es una gran responsabilidad que asumimos con mucha emoción sobre todo porque la tortuga marina es uno de los animales que más mencionamos en la obra, que tiene como objetivo educar para el cuidado los recursos naturales”, afirmó la artista.
Explicó que esta es la primera de una zaga de obras de teatro que tienen que ver con el cuidado de nuestro medio ambiente. “La estrenamos en julio y ya hemos estado en varias ciudades llevando el mensaje a través de una historia de amor entre una almeja y un pescador”, indicó.
Agregó que va dirigida sobre todo a los niños, a quienes no se les cobra, por lo que acuden a la empresa privada para presentarla en los diferentes escenarios donde han estado.
“Desde pequeños nos enseñaron que debemos disfrutar de la naturaleza, pero nunca nos dijeron que los recursos se acababan, por eso no los cuidamos y eso es lo que enseñamos en la obra, para dejarles a nuestros hijos y nietos un mundo mejor”, dijo Martha Liliana.